Pinchandome felícidad en el baño de un bar,
por la virgen más puta que jamás pude encontrar.
Y que más me pueden hacer,
cuando ya me han quitado a tiras la piel.
Con la tinta destilada de mis venas,
he escrito un poema en barco de papel;
que naufraga en un charco,
donde miro mi reflejo y me pierdo en él.
Corazones de madera en un banco del parque,
junto a un litro de vino y entre cartones,
sueño que no sueño y vuelvo a besarte.
La noche que cae y el frío que pega,
despierto en el mundo y deseo salir.
Recojo mis harapos me largo de aquí,
un vacío en el pecho me grita al oído que quiere morir.
Alcohol en mis venas,
veneno en mi piel,
he vuelto a perderme
en un trozo de papel.